jueves, 1 de enero de 2015

Decálogo para (intentar) ser más feliz evaluando en 2016

¿Has salido con una sensación agridulce de tu última sesión de evaluación? ¿Crees que, aunque las calificaciones de tu alumnado son justas, falta algo? ¿Piensas que serías más feliz si dieras un giro al proceso evaluativo que llevas a cabo, pero no sabes cómo empezar? Me atrevo a dejarte un decálogo de posibles estrategias para que, si te animas, las pongas en práctica durante 2015:
  1. Haz tu programación. Sí, en serio, hazla tú. Olvídate aunque sea una quincena de la guía didáctica de tu editorial.
  2. Programa tomando como referente fundamental los criterios de evaluación de la unidad didáctica que vas a llevar a cabo.
  3. Innova un poco: Prepara un proyecto, tarea integrada, o al menos una actividad que quede en la memoria de tu alumnado. Mira lo que cuenta Manuel J. Fernández Naranjo en Direblog, y, si buceas un rato por la red, verás que hay muchas experiencias más en las que te puedes inspirar.
  4. Dispón adaptaciones curriculares no significativas para el alumnado que lo necesite, introduciendo modificaciones en evaluación. Es justo.
  5. Pide ayuda, abre tu aula: más profesorado (o familias, sí familias) dentro del aula, menos alumnado fuera del aula. Pregúntale a tu orientador u orientadora, a lo mejor te da alguna pista.
  6. Usa diferentes técnicas de evaluación: portafolios, rúbricas, diario de aprendizaje, observación sistemática en el aula.
  7. Enriquece tu práctica con autoevaluación, heteroevaluación y coevaluación, con evaluación del alumnado, tuya y de tu programación.
  8. Recuerda que evaluación no es lo mismo que calificación: no olvides que un 8 es un 10 menos 2 pero que no todo consiste en “quitar puntos”.
  9. Bájate de la parra. No uses la evaluación como tu arma de poder. Lee el libro ‘la constante macabra’ de André Antibi.
  10. No olvides que los cambios deben producirse de abajo a arriba ya que, como dice Francisco Poveda, tu aula es la “caja negra” del sistema.
Estos ‘diez mandamientos’ se encierran en dos:
  • Deja de reproducir el modelo con el que te enseñaron a ti dándole una oportunidad a lo que has aprendido en tu formación inicial y permanente.
  • Aléjate del paradigma educativo actual en vigencia: libro de texto+deberes+exámenes.
Además, ahora que nos lee poca gente os contaré un secreto: las madres (y algunos padres) saben bajarse los exámenes de las editoriales de Internet. ¡No se lo contéis a nadie!
Feliz 2015, que todos vuestros proyectos se hagan realidad y que seáis felices